Aunque en 2005 se descubrió un fragmento animado, de cuatro segundos, que data de 1907, los anales de la animación japonesa fijan 1917 como el año en que su historia se inició. Ese año figuras como Ōten Shimokawa, Seitarou Kitayama y Jun’ichi Kōuchi comenzaron a trabajar profesionalmente, en piezas esencialmente enfocadas en la publicidad. Una de ellas es Namakura gatana (foto principal), un corto de dos minutos que muestra la aventura de un samurai y una espada, que se alza como la producción más antigua preservada.