A través de un espacio 3D, la instalación realizada por el académico de la carrera de Diseño de Juegos Digitales y ganadora del “Concurso de Arte y Tecnologías Digitales en homenaje a Matilde Pérez”, logra ubicar al visitante en un lugar incómodo, inhóspito donde la realidad del espacio reducido somete el cuerpo a sensaciones de claustrofobia y artificio.