El modisto francés, creador de la emblemática firma de lujo, ha fallecido este sábado.
Estandarte del 'prêt-à-porter'
El modisto fue uno de los grandes estandartes de la eclosión en la década de los cincuenta del prêt-à-porter de alta gama, y presentó la primera colección de se tipo en 1954. Tres años después lanzó su primer perfume, L'interdit. En 1973 se inició en la moda masculina tras inaugurar la colección Gentleman Givenchy.
En 1988 vendió su marca al grupo Louis Vuitton (LVMH), donde trabajó como director creativo. El modisto presentó en 1995 sus últimas colecciones de alta costura y prêt-à-porter, tras lo que se retiró de las pasarelas, donde le sustituyó el británico John Galliano, aunque siguió apareciendo de manera puntual en citas y conferencias de moda.
En marzo de 2017, la marca francesa Givenchy anunció que la británica Clare Waight Keller, procedente del grupo Chloé, pasaba a ser su nueva directora artística en sustitución de Riccardo Tisci, siendo la primera mujer en este cargo.
Al margen de su labor profesional como costurero, en 1994 fue presidente de la Asociación Promotora de la Fundación Cristóbal Balenciaga y fue impulsor de la creación del Museo Balenciaga, fundado en 2011. Ese mismo año fue galardonado por el Gobierno español con la Orden de las Artes y las Letras.
Uno de los escasos maestros de la moda que quedaban vivos, visitó España hace cuatro años para presentar la exposición que le dedicó el Museo Thyssen de Madrid, que recorría las cuatro décadas de su creación, hasta su retirada en 1996.
Entonces aseguraba sin tapujos: "Ahora no hay dirección. No quiero ser duro porque yo ya no estoy directamente implicado en este mundo, pero yo diría que ya no hay elegancia. Incluso entre las clientas que me dieron su confianza cuando las veo hoy".