 
        El docente de Arquitectura del Campus Creativo, Patrick Spencer, desarrolló esta metodología que permite evaluar los riesgos que tiene una vivienda ante amenazas producidas por el cambio climático tales como calor extremo, incendios, inundaciones y deslizamientos de tierra.
“La adaptación al cambio climático nace de reconocer que, incluso si pudiéramos reducir nuestras emisiones a cero desde hoy, de todas maneras, tendremos que enfrentar importantes consecuencias el día de mañana. De hecho, las estamos sintiendo hoy”, explica Patrick Spencer.
Dentro de estos efectos se encontrarían temas relacionados con la contaminación atmosférica, la salud, el déficit de agua y comida, y también la ocurrencia de eventos climáticos extremos. Y es sobre esto último que el profesor decidió centrarse en su investigación, ya que, asegura, “los desastres naturales que pueden ser potenciados por el cambio climático han aumentado de manera considerable durante los últimos 30 años, afectando en general a la población más vulnerable del planeta”. La herramienta consiste en un instrumento en base a Excel que reúne información sobre una vivienda para entregar resultados sobre la capacidad de adaptación al cambio climático que tiene ésta. Para ello, cuenta con cuatro etapas: Ubicación, Tipología, Características y Resultados.
La herramienta consiste en un instrumento en base a Excel que reúne información sobre una vivienda para entregar resultados sobre la capacidad de adaptación al cambio climático que tiene ésta. Para ello, cuenta con cuatro etapas: Ubicación, Tipología, Características y Resultados.
 En cuanto a la Ubicación, por el momento sólo están disponibles las ciudades de Antofagasta, Coquimbo, Santiago, Coyhaique y Punta Arenas. Éstas fueron seleccionadas tomando la división de cinco macrozonas climáticas realizada por el Ministerio de Energía en su Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.
“Me pareció importante tomar este marco de análisis y seleccionar al menos una ciudad de cada una de estas macrozonas. La selección de cada ciudad específica fue en base a la mayor densidad poblacional censada en cada zona”, explica Patrick Spencer.
En cuanto a la Ubicación, por el momento sólo están disponibles las ciudades de Antofagasta, Coquimbo, Santiago, Coyhaique y Punta Arenas. Éstas fueron seleccionadas tomando la división de cinco macrozonas climáticas realizada por el Ministerio de Energía en su Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.
“Me pareció importante tomar este marco de análisis y seleccionar al menos una ciudad de cada una de estas macrozonas. La selección de cada ciudad específica fue en base a la mayor densidad poblacional censada en cada zona”, explica Patrick Spencer.
“El objetivo es dar a entender al usuario cuáles podrían ser los caminos a seguir para disminuir el riesgo ante algunos de estos eventos. Por ejemplo, en calor extremo, se puede recomendar el uso de protecciones solares para reducir temperaturas interiores de la vivienda. O, en el caso de incendio, se recomienda el uso de materiales ignífugos o zanjas cortafuego entre predios, etc.”, señala.
Finalmente, sobre los planes a futuro para el uso de esta herramienta, Patrick Spencer quiere solidificar su estructura para hacerla más robusta, incorporar más localidades para enriquecer los alcances de análisis, hacer nuevos casos de estudio – ya ha concretado ocho – y proponerlo como proyecto piloto o integrarlo a posibles políticas públicas mediante alguna institución como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.