Tras el episodio de la falsa denuncia con migrantes expulsados, la ministra del Interior se había replegado para hacer su propio control de daños, el que terminó el pasado domingo con una entrevista a un matutino, donde aseguró que “nunca pensé en renunciar”. De ahí en más, enfrentó una intensa semana con un ultimátum a los camioneros que bloquearon la Ruta 5 respetado a medias, junto a un estruendoso saqueo a un supermercado en Talagante del que reconoció desconocer sus alcances, mientras La Moneda hizo explícitos esfuerzos por reforzar su peso específico en el gabinete. “Quien es poderoso no lo tiene que decir. El que tiene el poder lo ejerce, no más”, advierten desde la academia.
Esta semana se vio marcada por una serie de hitos que pusieron a prueba la muñeca del gobierno en temas de seguridad, como no había ocurrido desde que asumió el
Presidente Gabriel Boric hace más de un mes y medio.
Entre estos, destacan el paro de los
camioneros, quienes bloquearon la
Ruta 5 Sur entre el lunes 25 y martes 26 de Abril, esta misma jornada donde ocurrió el saqueo a un supermercado en Talagante la madrugada donde se detuvo a 48 personas, los hechos de violencia en la Macrozona Sur de este jueves 28 de Abril que terminaron con alrededor de treinta vehículos quemados, además de constantes manifestaciones de estudiantes secundarios a lo largo de la semana.
Al cierre de edición, además, se sumó otro foco de conflicto. En la noche del viernes 29 de Abril, trascendió la renuncia del abogado
Salvador Millaleo al cargo de coordinador de Asuntos Indígenas de Interior, presuntamente por diferencias con la ministra del Interior,
Izkia Siches sobre la forma en cómo se estaba abordando el
conflicto en la Araucanía.
Con todo, esta semana también marcó el regreso de la ministra
Izkia Siches —de cuya cartera depende la seguridad del país, precisamente— a la primera línea, luego de que el 06 de Abril diera información falsa ante la comisión de Seguridad de la Cámara, sobre el retorno de un vuelo de migrantes expulsados que el gobierno anterior habría camuflado.
Luego de ese traspié, que abrieron las respectivas interrogantes sobre su permanencia en el gabinete, diversas funciones que recaen normalmente en la titular de Interior fueron delegadas a otros personeros de gobierno.
Así, se consolidó al subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, como el encargado de la seguridad en las regiones de La Araucanía y del Biobío, además de la crisis migratoria que afecta al norte, al tiempo que la ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, pasó a ser la secretaria de Estado encargada de la coordinación interministerial en la Macrozona Sur.
Así, desde la primera semana de este mes, la ministra
Izkia Siches brilló por su ausencia de las vocerías y de los grandes anuncios del Ejecutivo. Tanto fue así, que no estuvo presente en el Congreso durante las intensas tratativas que lideró el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, junto a los ministros de Hacienda,
Mario Marcel y del Trabajo,
Jeanette Jara, sobre los proyectos del Quinto Retiro, siendo ella, por definición, jefa de gabinete.
Con todo, la ministra
Izkia Siches volvería a protagonizar la agenda el pasado domingo 24 de Abril, en una entrevista concedida a El Mercurio. En ese primer hito de lo que sería -valgan las comillas- su “retorno”, la ex presidenta del Colegio Médico rompió el silencio luego de largas semanas de especulaciones sobre eventuales renuncias o fricciones con el resto del gabinete.
“Nunca pensé en renunciar, me sentí respaldada por el Presidente y el comité político”, aseguró la ministra, en lo que sería el inició de una serie de pruebas a las que se vio enfrentada durante una semana particularmente sobredemandada en temas de seguridad, donde debió ser el rostro, ya sea secundada por el subsecretario del ramo, Manuel Monsalve, o la vocera de gobierno, Camila Vallejo.
Aquí, tres analistas políticos ponen el foco en las distintas intervenciones de la ministra de los últimos días, acaso en la semana más contingente para su cartera.
1) Una cuña en falso y la compañía de la “templanza”
Distintas declaraciones que marcaron la agenda fueron exteriorizadas por la ministra en la entrevista que significó su “retorno” a la primera línea del gobierno.
Sobre la ya mencionada frase con la que la secretaria de Estado intentó despejar los rumores respecto a su permanencia en el gobierno, el Sociólogo Axel Callís ofrece un categórico juicio que va en la dirección contraria de la primera lectura de las declaraciones de la ministra.
“La entrevista fue un intento bastante frágil de aparecer, porque puso una cuña que es vedada del mundo de la comunicación política que es ‘yo no tuve pensado renunciar’. Eso no se dice nunca. Cuando uno dice eso es porque ha pensado en renunciar”, afirma Callís, quien remite esta máxima al histórico caso del ex presidente estadounidense
Richard Nixon, quien renunció a su gestión luego de que se destapara el escándalo Watergate.
“En comunicación política las cuñas que tienden al ‘yo no’, abren el escenario inverso. Eso está estudiado desde que Nixon dijo ‘yo no soy corrupto’”, sintetiza el también director de la encuestadora
Tú Influyes.
Este juicio es compartido por el abogado y subdirector del
Instituto de Estudios de la Sociedad,
Rodrigo Pérez de Arce. “Hay este típico dicho, que es el título de un libro, que es ‘
No pienses en un elefante’, e inmediatamente uno se imagina al animal. Entonces, que lo diga explícitamente, y dada la magnitud de lo que fueron sus primeras cinco semanas, yo creo que eso sí fue una posibilidad bien evidente”, asegura, aludiendo al clásico estudio del lingüista cognitivo
George Lakoff.
En la misma entrevista, además,
Siches también hizo alusión a un cambio de mentalidad que habría tenido en los días en que debió replegarse, luego de que su falsa denuncia comprometiera la línea de flotación del Ejecutivo. “La templanza es mi nueva compañera”, afirmó en la ocasión, en alusión a una espontaneidad que la indujo a los desaguisados de sus primeras semanas de gestión.
La nueva impronta zen adoptada por la ministra es bien evaluada por la académica de la Universidad Andrés Bello y miembro de la Red de Politólogas,
Daniela Campos Letelier.
“Ella dice que le faltaba templanza y eso se vio reflejado; en la entrevista hace un pequeño mea culpa. Incluso, desde el impasse que tuvo, se tomó unos días en conjunto con el gobierno para revisar la situación, rearmar su equipo político y ver cuáles iban a ser sus lineamientos, porque es la ministra más importante y la que debe ordenar la casa. Y si la ministra no tiene ordenado el hogar, no puede ordenar al resto”, comenta la académica, quien agrega una sentencia: “Fue muy acertada su visión de que le faltaba templanza”.
2) Vocerías guiadas y estilo contenido
Otro de los hitos con que la ministra Siches inició la semana, fueron las vocerías conjuntas con la portavoz de Palacio, Camila Vallejo, realizadas los días 25 y 26 de Abril. La primera, tras el habitual comité político de los días lunes, mientras que la segunda en la antesala del consejo de gabinete ampliado convocado por el Mandatario.
El diseño motivó análisis y comentarios respecto al reforzamiento -o supervigilancia, según el punto de vista- por parte de la ministra de la Segegob, acompañando a una ministra debilitada desde hace semanas, y que ahora buscaba retomar el protagonismo en la agenda.
Por ejemplo, fue Vallejo quien matizó los dichos de Siches respecto a la neutralidad del gobierno ante el Plebiscito de Salida, quien en entrevista con El Mercurio del pasado domingo 24 de Abril, afirmó que como gobierno “no nos corresponde ser neutral ante el Proceso Constituyente”, lo gatilló la crítica y los emplazamientos de la oposición para que La Moneda precisara su prescindencia ante las opciones del referéndum del 04 de Septiembre.
Fue así que Vallejo agregó matices al respecto, relevando que el interés de La Moneda era, entre otras cosas, que la ciudadanía pudiera votar informada en aquella jornada donde se aprobará o rechazará el borrador de nueva Constitución que emane de la Convención.
La digresión de Vallejo era más moderada que lo expresado por Siches en El Mercurio, ante el mandato de las autoridades de no entrar de lleno en arenas electorales en procesos eleccionarios, algo que después zanjó Contraloría al adelantar que se encontraba preparando un instructivo para precisar los límites que tendrán las autoridades de gobierno en el Plebiscito.
No obstante, Siches tendría además otras dos vocerías junto al subsecretario Monsalve; cuando lanzó el ultimátum a los camioneros que bloquearon las rutas el pasado 27 de Abril, y la reunión de comité policial el viernes 29 de Abril.
En estos últimos puntos de prensa, Siches se dejó ver con un estilo más circunspecto y contenido, dejando atrás su inicial espontaneidad que, en principio parecía ser una virtud, pero que luego fue abriendo flancos para La Moneda hasta llegar a su punto álgido en la falsa denuncia del avión retornado con migrantes expulsado, una “chambonada nacional”.
¿Hasta dónde es recomendable la contención de una ministra mandatada a ser la jefa de gabinete? Los analistas políticos difieren al respecto.
“Es muy evidente, y esto trasunta las demás apariciones, que la ministra está con el freno de manos, da respuestas muy escuetas y bastante mesuradas. Pero también salió con otras cosas que dieron de qué hablar, como que el gobierno no va a ser neutral en el Plebiscito. Eso demuestra que, a pesar de estar con freno de manos, igual tiene todos los ojos sobre ella y tiene la capacidad de marcar agenda”, plantea Rodrigo Pérez de Arce.
En cambio, Axel Callís es de la idea de que con todos yerros y la fragilidad política de Siches, la titular de Interior sí debe tener la capacidad de “correr riesgos”.
“Los ministros del interior, no solamente en Chile, que se inhiben de dar opiniones en base a su naturaleza política, no están cumpliendo su rol. Los ministros del interior son personas que tienen que correr riesgos políticos y ser un referente para los otros ministros; no deben ser un problema para el gobierno, deben ser una solución para el gobierno. Es decir, los ministros tienen que flanquear al Presidente, no al revés”, complementa el sociólogo.